Los beneficios de las saunas son ampliamente reconocidos y pueden ser especialmente beneficiosos para las personas de cierta edad. En este post inspirado en un reciente artículo de La Vanguardia (link al final), os explicamos cuáles son estos beneficios enfocados en personas mayores:
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Alivio del dolor muscular y articular: La sauna proporciona calor seco que ayuda a relajar los músculos y aliviar el dolor en las articulaciones. El aumento de la circulación sanguínea también puede contribuir a reducir la inflamación en las articulaciones, lo que beneficia a las personas que padecen artritis u otros problemas musculares y articulares.
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Mejora de la salud cardiovascular: La exposición regular a la sauna puede dilatar los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial, lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, el estrés que se experimenta en la sauna puede tener un efecto positivo en el corazón y el sistema circulatorio.
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Disminución del estrés: La sauna ofrece un ambiente relajante que ayuda a reducir el estrés y la tensión muscular. El calor y el vapor pueden inducir una sensación de bienestar y calma, lo que puede ser beneficioso para la salud mental y emocional.
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Mejora del sueño: El calor y la relajación experimentados en la sauna pueden promover un mejor sueño. Las personas mayores a menudo enfrentan problemas para conciliar el sueño, y la sauna puede ayudar a relajar el cuerpo y la mente, lo que puede facilitar un descanso nocturno más reparador.
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Fortalecimiento del sistema inmunitario: La exposición al calor en la sauna provoca una respuesta del sistema inmunológico, lo que puede ayudar a fortalecer las defensas naturales del cuerpo contra las enfermedades. Sin embargo, es importante no exagerar, ya que sesiones excesivamente largas en la sauna pueden tener efectos negativos en el sistema inmunitario.
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Limpieza profunda de la piel: El sudor generado en la sauna ayuda a eliminar impurezas y toxinas de la piel, lo que puede mejorar su apariencia y salud. La estimulación de la producción de colágeno también puede contribuir a mantener la piel más joven y firme.
Es importante recordar que, aunque la sauna tiene muchos beneficios, no es adecuada para todas las personas, especialmente para aquellas con condiciones médicas preexistentes. Antes de comenzar un programa regular de sauna, es aconsejable consultar con un profesional de la salud para asegurarse de que sea seguro y adecuado para tu situación personal. Además, es esencial mantenerse hidratado durante y después de una sesión de sauna y evitar permanecer demasiado tiempo en ambientes extremadamente calientes para evitar deshidratación y otros riesgos para la salud.
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Este post ha sido inspirado de este artículo de La Vanguardia: https://www.lavanguardia.com/vivo/longevity/20230416/8898494/6-beneficios-sauna-personas-mayores-pvlv.html